Ayer cuando salí al porche de la casa, había un niño comiendo, sentado en el suelo.
Se llama Inocent.
Jescar le habia servido un plato de ugali con carne de cerdo, igual que habíamos comido nosotros. Inocent no tiene madre porque esta en el Sueño (ha muerto ) por el SIDA y su padre tiene @problems@. Tiene tal infeccion de oídos que le supuran.
Despues de comer se tomó una taza de una @medicina@ que Jescar lleva preparando desde que volvimos de Mombasa.
En Mombolulu mandóa un chico cortar un trozo , como de dos palmos, de corteza de un árbol y la trajimos. Cada día la hierve veinte minutos, y le va añadiendo agua. Es de color rojo oscuro. Yo la he probado y tiene un sabor astringente, como nuestras endrinas. Según ella, que se ha criado en Majangi, en medio del campo, es la mejor medicina, incluso para la malaria.
En esta parte del mundo los muertos no mueren, se van al Sueño. El otro día he pasado por un campo de Sueño, lleno de antiguas tumbas, y entre ellas pastaban las vacas. A la vera de las cabañas estan las tumbas de cemento y las cabras duermen encima. Paseando por los vericuetos de Busia tienes que ir esquivando las sepulturas que están por cualquier sitio.
El otro día vi a un leproso.
Me quedé impresionado. Había oído hablar de la lepra, pero no sabíaa lo que realmente era. Ibamos a Tororo y en una parada subió al autobús. Era un chico de unos treinta y tantos años. Tenía la cara deformada y le faltaba un ojo. La lepra le había comido literalmente la mitad de la cara. No quise evitar su mirada…
La polio sigue haciendo estragos en el mundo.
Los afectados, normalmente con deformidades en las piernas, se mueven en triciclos. Se dedican al transporte de pequeñas mercancías desde el mercado a la frontera de Kenia, que hay como un kilómetro. Los triciclos son artesanales, fabricados con chasis y piezas de bicicleta y en la parte trasera llevan una tabla donde colocan las mercaderías. La tracción la hacen con la rueda delantera dando a las pedales con las manos, normalmente con un piñón fijo.
Cada uno de ellos, los hay a decenas, lleva un niño de unos diez o doce años que descalzo, empuja el triciclo. No se si será cambio de unas monedas o de un plato de ugali.