Es lo más europeo que visto hasta ahora, diríamos que estamos en cualquier ciudad del continente europeo, si no nos fijásemos en el color de la piel de sus habitantes.
Linda nos estaba esperando y en un taxi hemos acudido a su casa. Sylvia se ha quedado con ella y nosotros nos hemos acomodado en un hotel, house, especie de casa rural con habitaciones. Estamos en un barrio residencial de la ciudad, cerca de la zona comercial y bancaria: Les Arcades Centre. Las fincas son de buenas dimensiones y los jardines espectaculares, todo muy cuidado.
Como no habiamos cenado y el viaje ha sido largo, aunque eran las cinco de la manana Jescar ha pedido comida y nos han traido dos buenos platos. El primero de bistec de cerdo, y otro de pollo, con dos raciones de patatas fritas, que nos hemos comido como si tal cosa: Africa es así. No importa la hora si tienes hambre. Y he pensado, que se jodan los franceses, ¡que solo comen a las doce!.
Mañana nos vamos para Livingstone,:
¡a ver las cataratas!